Desde el mes de septiembre del año 1999 el volcán Tungurahua mantiene un proceso continuo de actividad en el que los episodios eruptivos son muy comunes, aunque en la mayor parte de las ocasiones se trata de emisiones de vapor de agua y las cenizas y los piroclastos se circunscriben a las partes altas del cono volcánico. Esta aparente tranquilidad se ha visto alterada en varias ocasiones a lo largo de este tiempo con episodios de gran actividad, como el ocurrido en el año 2006, que obligó a la evacuación de la población de varios pueblos de la zona (Baños, Penipe, Pelieo, etc...) y tuvo efectos desastrosos que se dejaron sentir, incluso, en lugares bastante alejados como Riobamba y Ambato que se cubrieron con una capa de cenizas de varios milímetros.
A partir del domingo 5 de agosto de 2012 se comenzaron a sentir los efectos de una nueva reactivación que desde el día 10 se hicieron evidentes con un incremento explosiones , tremores y emisiones de vapor y cenizas de intensidad moderada a baja a par que continúan hasta el día 15. Debido a esta actividad se registra caída de ceniza de forma moderada en los sectores occidental y sur-occidental del volcán fundamentalmente. Desde el día 16 de agosto la actividad se incrementa aumentando las explosiones y la consiguiente expulsión de cenizas llegando a producirse los días 18 y 19 explosiones con proyección de magma fluido y derrame de lava desde el cráter del volcán aunque sin llegar a las zonas bajas.
 |
Volcán Tungurahua, vista desde Riobamba, expulsión de cenizas (19-08-2012) |
 |
Ceniza acumulada sobre las plantas, Guano y Penipe (21-082012) |